Interesante la entrevista de Enrique Dans en el suplemento innovadores, de El Mundo, donde Enrique aporta su definición entre estos dos términos.
Un innovador es alguien capaz de generar una idea, e tener un pensamiento que aporta, como indica el adjetivo, algo nuevo, una nueva manera de hacer las cosas. Plantearte que puedes dar un servicio gratuito porque existen otros clientes, en otra vertiente del mercado, que te lo pagan, puede ser algo innovador.
El emprendedor, en cambio, requiere algo más. Precisa de una fuerza de voluntad, de unos arrestos y de una determinación especial, de una impresionante capacidad de asumir riesgos, de una capacidad de resolución de problemas elevada, y de un nivel de motivación que se transparente bajo su piel, que transpire, que no sólo le permita resistir los momentos malos, sino también ilusionar y motivar a otros.